Con mucho sigilo tuve que acercarme a esta pequeña ardilla en el Central Park, allá por el 2001, para sacar esta foto. Por suerte, logré que no se asuste y salga corriendo. Esta ardilla me enseñó a esperar el momento oportuno. La foto no es buena, sin embargo, le tengo un cariño especial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario